martes, 1 de abril de 2008

HUYAMOS A ROSARIO, VIENE RODRÍGUEZ FELDER

Rodríguez Felder –Rodríguez para los amigos- es el nuevo ministro de cultura de la Ciudad de Buenos Aires, y con esta designación, Mauricio Macri deja bien en claro el lugar que para él ocupa la cultura.

“La vida es como una pelota de Rugby. Uno nunca sabe para donde va a picar. Por eso hay que ir despacio y revisar todo el organigrama”

Con esta maravillosa metáfora se inicia la entrevista que le realizó Ámbito Financiero, a la cuál voy a referirme, pero también es una joya la de página 12 del domingo 21de octubre, allí le preguntan a Rodríguez si es Católico:
Por supuesto, responde, como si no hubiera otras posibilidades. Y esta respuesta remite directamente a los motivos por los cuáles Ignacio Liprandi no fue designado en ese cargo; parece ser un secreto a voces que la Iglesia bajó el pulgar…debido a una cuestión de “identidad sexual”. Con lo cual queda claro que en la política cultural, así como en varias cosas más en la futura gestión, la última palabra la tendrá el cardenal Bergoglio, a quién parece que recurren con frecuencia los funcionarios del futuro gobierno de la ciudad. Supongo que algunos, o tal vez muchos de los que leen mis envíos habrán votado a Macri y tal vez sólo ahora comiencen a comprender por qué votar a la derecha siempre es un retroceso. Y con esto no estoy defendiendo al pelado ridículo e impresentable que se está yendo, pero está claro que lo que viene es mucho peor.
Pero comencemos con la entrevista: “Me está apasionando el rococó”, dice Rodríguez antes de empezar el diálogo “Creo que es un movimiento muy mal comprendido”.

Estamos en el horno, este muchacho recién va por el rococó. ¡Como le van a gustar las vanguardias si todavía no llegó ni al impresionismo! A mí me impresiona. Pero sigamos que lo que viene es aún peor.

Periodista: Desde su designación usted ya manifestó varias veces que quiere “diversificar” la cultura. Y puso como ejemplo que el C.C.Recoleta no puede ser “privativo de las vanguardias” ¿Está usted en contra de las vanguardias en arte?

L. R F. De ninguna manera. La modernidad no debe ser despreciada, pero siempre y cuando haya una política cultural amplia que les otorgue espacios a todos y distribuya bien los espacios. (…) Yo no concibo que el Museo de Bellas Artes le dedique una exposición a un artista de 23 años, o a expresiones ultramodernas. Yo voy a Bellas Artes para ver la gran historia del arte argentino, así como si voy al Louvre en París quiero ver la historia del arte clásico; si quiero cosas modernas voy al Pompidou.

Periodista: Pero entonces si quiere ver cosas modernas aquí va al Recoleta

L.R.F: Sí, pero a ver a todos los pintores contemporáneos, no a los de siempre. Soy partidario de la diversidad, insisto. Quiero todas las expresiones, no únicamente a los conceptualistas.

A esta altura me pregunté ¿Cuánto tiempo hará que Rodríguez Rococó Felder no pisa el C. C. Recoleta? Porque para creer que allí sólo exponen los conceptualistas…Claro, el amigo Rodríguez debe visitar Recoleta, pero sólo recorre a la feria artesanal, que a partir de su gestión va a pasar a funcionar adentro del Centro Cultural.
Seguimos.

Periodista. Entonces no se opone a las vanguardias si no a los conceptualistas.

L.R.F. No estoy en contra de nadie, pero mire, ¿sabe en qué se sostiene una gran parte de los conceptualistas? En el capitalismo: Demanda insatisfecha.

No se asusten, no se trata de un planteo revolucionario, es sólo un planteo pelotudo.

Periodista: ¿Cómo es eso?

LRF. El capitalismo necesita vender siempre más, (si no lo sabe él que tiene una editorial de cocina, maquillaje y otros temas “culturales” por el estilo) y los artistas que dedican mucho tiempo a crear un cuadro no satisfacen esa demanda. Vamos a tomar un ejemplo, mi esposa, Graciela Genovés, que es una gran colorista ¿Cuántos cuadros produce ella por año. Veinte hermosos cuadros, no más. No le sirve al mercado. En cambio, los artistas “conceptuales”, que sacan fotocopias y las pegan, o que hacen un par de trazos, nada más, pueden producir, no sé, 7000 cuadros por año, y así satisfacen la demanda capitalista. Fontana hace un tajo en un cuadro y se llena de plata. Conozco muy íntimamente a algunos de ellos. Se van a Europa a ver qué se está haciendo. Por allí se dan cuenta que a nadie se le ocurrió todavía pegar curitas en un cuadro, y ya está, descubren esa nueva idea de hacer arte. Da estatus y dinero.
Bueno, bueno, este fragmento sí que no tiene desperdicio. Aquí nos enteramos que su esposa Graciela Genovés –mucho gusto, jamás la oí nombrar- es una excelente colorista, pero doblando la apuesta Rococó Felder en la entrevista de Página 12 nos informa que además “está valuada como una de las más grandes pintoras argentinas” (sic), que trabaja con Guillermo Roux y es representada por el galerista, ¿galerista? Gutiérrez Saldívar, que además es quien recomendó a R..F. para el puesto de Ministro. Un poco de publicidad nunca viene mal, así que el problema de R.F. no tiene que ver con el capitalismo sino con que su mujer no puede vender más de 20 cuadros al año, pero, además, ¿alguien conoce algún artista conceptual en argentina que venda 7000 obras al año? ¿Alguien conoce algún artista conceptual en el planeta que venda 7000 obras al año? Sí, ya podemos ir concluyendo que este tipo es un tarado. “Fontana hace un tajo en un cuadro y se llena de plata”, Bien, le podemos agregar también “ignorante” con lo cual nos quedaría : “este tipo es un tarado ignorante”
Sospecho ¿ustedes no? que estas opiniones no son de él, o lo son sólo en segunda instancia, yo creo que son opiniones de su mujer, ignota pintora que jamás debe haber sido seleccionada para exponer en Recoleta y por eso ha acumulado tanto resentimiento, y sospecho también que deben ser opiniones muy escuchadas en el taller del maestro Guillermo Roux, donde una gran cantidad de señoras adineradas aprenden a pintar según técnicas del siglo XVII o XVIII a lo sumo. Luego nos informa que “conoce muy íntimamente a algunos” de esos artistas conceptuales. ¿Qué tan íntimamente? Cuidado con eso, a ver si le pasa lo mismo que a Liprandi.
Parece que para el flamante ministro no es válido pegar papeles en las obras…cagó Picasso. Luego se queja de los cuadros con curitas…se refiere a las band-aid, porque si tuvieran curitas con sotana, esos le gustarían.

Bueno, para no atosigarlos hasta aquí llegaré por hoy, pero prometo un segundo envío porque hay mucho más material de este mamarracho…falta todavía el chiste del indiecito que es imperdible y con el cuál convenció a Macri. No sé si a Uds. les pasará lo mismo, pero cuando leo las declaraciones de este payaso no puedo evitar el recuerdo de un señor bajito, rengo –muy amigo de otro señor bajito de bigotito recortado que tuvo todo el poder en Alemania- que solía decir “Cuando escucho la palabra cultura, desenfundo mi revolver”

Habrá que prepararse para resistir.

El Pato Lucas.

1 comentario:

Pincha dijo...

Hola Pato. Realmente un tarado peligroso que por suerte dijo algo de lo que ¿piensa?, solo algo, lo suficiente como para que hasta Macri se dió cuenta que era imprescentable. Bueno tu blog, Lucas
Pincha