Confieso que nunca visité la galería APPETITE. No me gustan demasiado las concepciones gastronómicas del arte y ya el nombre de ese espacio me produce una ligera indigestión. Pero si vi la muestra que los “artistas” de la galería montaron en la planta baja del C. C. Borges. Al ingresar en ese espacio sentí estar visitando la habitación de un chico, porque parecía más bien una colección de juguetes y chucherías que otra cosa. La obra que mejor recuerdo era un helicóptero muy grande que colgaba del techo y me pregunté porqué ese helicóptero, que no pretendía ser otra cosa más que un helicóptero debía considerarse como una obra de arte. Claro, en este punto podríamos empezar a teorizar sobre las Brillo-Box, citar a Danto, etc, etc, pero imagino que Warhol tenía una intención conceptual que intuyo ausente en la cabecita del “ creador” de esta obra. Pero en realidad mi intención hoy es comentar una nota/entrevista que se publicó el sábado 10 de noviembre en la revista ADN cultura de La Nación. En ella, luego de una breve introducción, Javier Villa –que se revela como un fino humorista- entrevista a Daniela Luna, la dueña de Appetite, encabezando la nota hay una foto de Daniela Luna en su galería, quienes la hayan visto entenderán mejor el humor de Javier Villa, que comienza diciendo:
“Más allá de preferencias estéticas o desacuerdos ideológicos, nadie pondría en duda que la llegada de Daniela Luna al circuito de las artes visuales, fue como la caída a toda velocidad, de una piedra pesada en el centro de una laguna espejada”
Bueno, teniendo en cuenta la foto de Daniela Luna uno se da cuenta inmediatamente de que Javier Villa es un humorista taimado porque Daniela realmente debe ser bastante pesada, pero no contento con esta metáfora maliciosa Villa continúa:
” Sin embargo es muy pronto para vaticinar si el oleaje que produce va a continuar con su abrumadora onda expansiva ; los extremistas dirían que Luna llegó para cambiarlo todo, o que es una moda que pronto desaparecerá en el cielo, como un globo de helio hiperinflado”
Se dan cuenta, Villa no puede parar con los chistes; y sí, Luna parece realmente a punto de estallar. Pero sigamos que el remate del próximo párrafo es genial.
“Lo cierto es que la fundadora de la galería Appetite trabaja lo nuevo con una visión del negocio pocas veces vista y hace tiempo necesaria; maneja su emprendimiento como una empresa corporativa, con planificaciones a mediano y largo plazo, y con un apetito voraz por la expansión”
Basta Villa, basta que ya me duele la mandíbula. ¡Qué uso magistral de la metáfora! Sí, se ve que Luna se está expandiendo incontrolablemente. Ahora Javier podría pasar a metáforas astronómicas como la de la “Luna llena” o gastronómicas como la de la “media Luna rellena” ja, ¡Qué bueno!...perdón, esto se está poniendo poco serio, mejor sigamos con la parte en que hablan de arte, aunque creo que no hablan de arte en ninguna parte –me salió un versito-.
“Si se realizara un gráfico para analizar el balance de su productividad anual, la empresa de Luna empezaría en 2005 desde el punto más bajo, el cero, y cerraría 2007 con el pico más alto al que se puede aspirar: la sucursal en el centro del mundo , Nueva York”.
¡Como ha cambiado la sección de cultura! “visión del negocio” , “empresa corporativa”, “planificaciones a mediano y largo plazo”, “balance de productividad anual”,. Me habré equivocado; debo estar leyendo “Economía y negocios”. Bueno, como sea, la cosa sigue así:
“ Pero su cabeza no es la de una empresaria que lanza un par de cañitas voladoras aisladas hacia la meca del arte para hacer unos dólares extra. Se nota que entiende las reglas actuales del juego, sabe que el negocio es la puerta de entrada o tal vez el único medio para un fin más alto: crear una base de diálogo cultural sólida entre la Argentina y el mainstream internacional.”
Claro, claro, el mainstream internacional, la “corriente principal” esa en la que las cosas pequeñas desaparecen, se disuelven, como la identidad de nuestros artistas, por ejemplo, que tanto se esfuerzan para que su obra sea como la del “ centro del mundo”.
Pasemos ahora a algunos fragmentos de la entrevista.
“Javier Villa. ¿Por qué te surge la necesidad de internacionalizarte y plantarte en el centro del mundo?
Daniela Luna: Siempre hizo bien nutrirse de otras cosas.”
Sí, ya vimos que a esta chica le gusta nutrirse de una gran variedad de cosas…pero sigamos.
“Daniela Luna: Me interesa que los artistas viajen y se relacionen con otro contexto sin perder la identidad”
Por favor, avísenle a esta chica que es imposible perder lo que nunca se tuvo.
(…)“Daniela Luna: Pretendo ir desligándome de los temas diarios de la galería, ocuparme de la dirección global de la empresa e involucrarme más profundamente en los problemas de la Argentina”.
Ahhh, claro, en realidad Daniela está preocupada por la pobreza, los cartoneros, las familias que viven en la calle, los chicos que fuman paco. Imagino que con las ganancias de su “sucursal” en el “centro del mundo”, Daniela se dedicará a paliar estos males.
“Javier Villa: Appetite se construyó bajo la imagen de lo emergente. ¿Cómo evoluciona esa idea al evolucionar la galería y profesionalizarse los artistas?
Daniela Luna: Hay mucha gente que sigue hablando de Appetite como arte Trash. Me molesta un poco que continúen con una definición que fue usada como estrategia de ingreso al mercado. Me interesa que continúe existiendo una estética de contraste entre lo muy prolijo y lo caótico. Y que pueda seguir creciendo en todas las áreas. Obviamente, no estaremos más en el Barrio Joven”
Aquí nos enteramos que un artista se profesionaliza cuando expone en el centro del mundo –según Villa- . Luego, que la categoría de Arte Trash, era sólo una estrategia de ingreso al mercado –eso para los boludos que se creyeron que era una categoría en serio, porque parece que Daniela sólo cree en el Arte Cash-. Y por último Luna nos informa que ya no estará en Barrio Joven, porque el arte trash le ha generado mucho cash razón por la cuál dejará la trash food y podremos encontrarla en el restaurante de Arte BA degustando salmón rosado con champán y ocupándose de la dirección global de su empresa.
¡Cómo me gusta el mundo del arte!
Me voy a comer una cajita feliz a MC Donalds.
Un abrazo.
El Pato Lucas.
“Más allá de preferencias estéticas o desacuerdos ideológicos, nadie pondría en duda que la llegada de Daniela Luna al circuito de las artes visuales, fue como la caída a toda velocidad, de una piedra pesada en el centro de una laguna espejada”
Bueno, teniendo en cuenta la foto de Daniela Luna uno se da cuenta inmediatamente de que Javier Villa es un humorista taimado porque Daniela realmente debe ser bastante pesada, pero no contento con esta metáfora maliciosa Villa continúa:
” Sin embargo es muy pronto para vaticinar si el oleaje que produce va a continuar con su abrumadora onda expansiva ; los extremistas dirían que Luna llegó para cambiarlo todo, o que es una moda que pronto desaparecerá en el cielo, como un globo de helio hiperinflado”
Se dan cuenta, Villa no puede parar con los chistes; y sí, Luna parece realmente a punto de estallar. Pero sigamos que el remate del próximo párrafo es genial.
“Lo cierto es que la fundadora de la galería Appetite trabaja lo nuevo con una visión del negocio pocas veces vista y hace tiempo necesaria; maneja su emprendimiento como una empresa corporativa, con planificaciones a mediano y largo plazo, y con un apetito voraz por la expansión”
Basta Villa, basta que ya me duele la mandíbula. ¡Qué uso magistral de la metáfora! Sí, se ve que Luna se está expandiendo incontrolablemente. Ahora Javier podría pasar a metáforas astronómicas como la de la “Luna llena” o gastronómicas como la de la “media Luna rellena” ja, ¡Qué bueno!...perdón, esto se está poniendo poco serio, mejor sigamos con la parte en que hablan de arte, aunque creo que no hablan de arte en ninguna parte –me salió un versito-.
“Si se realizara un gráfico para analizar el balance de su productividad anual, la empresa de Luna empezaría en 2005 desde el punto más bajo, el cero, y cerraría 2007 con el pico más alto al que se puede aspirar: la sucursal en el centro del mundo , Nueva York”.
¡Como ha cambiado la sección de cultura! “visión del negocio” , “empresa corporativa”, “planificaciones a mediano y largo plazo”, “balance de productividad anual”,. Me habré equivocado; debo estar leyendo “Economía y negocios”. Bueno, como sea, la cosa sigue así:
“ Pero su cabeza no es la de una empresaria que lanza un par de cañitas voladoras aisladas hacia la meca del arte para hacer unos dólares extra. Se nota que entiende las reglas actuales del juego, sabe que el negocio es la puerta de entrada o tal vez el único medio para un fin más alto: crear una base de diálogo cultural sólida entre la Argentina y el mainstream internacional.”
Claro, claro, el mainstream internacional, la “corriente principal” esa en la que las cosas pequeñas desaparecen, se disuelven, como la identidad de nuestros artistas, por ejemplo, que tanto se esfuerzan para que su obra sea como la del “ centro del mundo”.
Pasemos ahora a algunos fragmentos de la entrevista.
“Javier Villa. ¿Por qué te surge la necesidad de internacionalizarte y plantarte en el centro del mundo?
Daniela Luna: Siempre hizo bien nutrirse de otras cosas.”
Sí, ya vimos que a esta chica le gusta nutrirse de una gran variedad de cosas…pero sigamos.
“Daniela Luna: Me interesa que los artistas viajen y se relacionen con otro contexto sin perder la identidad”
Por favor, avísenle a esta chica que es imposible perder lo que nunca se tuvo.
(…)“Daniela Luna: Pretendo ir desligándome de los temas diarios de la galería, ocuparme de la dirección global de la empresa e involucrarme más profundamente en los problemas de la Argentina”.
Ahhh, claro, en realidad Daniela está preocupada por la pobreza, los cartoneros, las familias que viven en la calle, los chicos que fuman paco. Imagino que con las ganancias de su “sucursal” en el “centro del mundo”, Daniela se dedicará a paliar estos males.
“Javier Villa: Appetite se construyó bajo la imagen de lo emergente. ¿Cómo evoluciona esa idea al evolucionar la galería y profesionalizarse los artistas?
Daniela Luna: Hay mucha gente que sigue hablando de Appetite como arte Trash. Me molesta un poco que continúen con una definición que fue usada como estrategia de ingreso al mercado. Me interesa que continúe existiendo una estética de contraste entre lo muy prolijo y lo caótico. Y que pueda seguir creciendo en todas las áreas. Obviamente, no estaremos más en el Barrio Joven”
Aquí nos enteramos que un artista se profesionaliza cuando expone en el centro del mundo –según Villa- . Luego, que la categoría de Arte Trash, era sólo una estrategia de ingreso al mercado –eso para los boludos que se creyeron que era una categoría en serio, porque parece que Daniela sólo cree en el Arte Cash-. Y por último Luna nos informa que ya no estará en Barrio Joven, porque el arte trash le ha generado mucho cash razón por la cuál dejará la trash food y podremos encontrarla en el restaurante de Arte BA degustando salmón rosado con champán y ocupándose de la dirección global de su empresa.
¡Cómo me gusta el mundo del arte!
Me voy a comer una cajita feliz a MC Donalds.
Un abrazo.
El Pato Lucas.
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